23.1.11

Porque todos somos poetas LIV

Dile que la extraño si duermo acompañado

Que a pesar de todo la beso en otros labios

Que solamente aparece en los sueños más pesados

Que como ella, nadie me ha entregado corazón y alma de contado


19.1.11

Porque todos somos poetas LIII

Regálame tus ojos para convertirlos en poema,
o dame tu rostro por completo para dejarlo entre versos.

Describiría tu mirada con letras de agua marina cuyo azul tranquiliza,
con movimientos de pestañas como olas mis penas
e intentaría imaginarte y escribirte,
aunque solo te recuerde por los momentos que pasaban entre besos
y estos recuerdos provocan que corra más rápidamente la sangre del corazón que te recuerda hasta mis venas.

Regálame una sonrisa y la transformo en un cuento
que narre la historia de dos personajes que se aman incondicionalmente
y que dichos personajes sean tus labios color rojo brillante
y con ellos pueda regalarle a un sinfín de lectores un agradable momento
en el cual recordaran los bellos labios en los que dieron su primer beso.

Déjame describirle al mundo tu cuello y tu frente,
la diferencia entre un beso paterno y uno de amante,
la manera en que espero la unión entre tu cuello y mis labios paciente
y la espera que me mantiene despierto pensando en tenerte.

Sólo regálame tus ojos,
una mirada y un guiño como señal que me amas,
tus ojos en una postal cuya única firma sea el carmín de tus labios,
tu nariz y mejillas en contraste con el azul del cielo en tu alma
y con toda la belleza que de tu cuerpo emana...
intentaré hacer obras literarias.

13.1.11

El amor jamás será propiedad privada

Después de un tiempo él decidió dejar a esta nueva mujer en su vida, ya había compartido suficiente con ella para abandonarla sin explicación alguna.
Sin embargo, como todas las mujeres de su vida, ella también exigió una explicación, la cual resultaba imposible si no habitaba la mente de aquel que la dejaba.

- ¿Por qué te vas?

- Todos tenemos alguna Maga que seguiríamos desde Paris hasta donde nos llevase, aunque jamás la encontrásemos, esto es lo único importante, saber que jamás alcanzaremos por completo a aquello que nos hace estar moviéndonos, si lo alcanzáremos ¿a dónde caminaríamos después?
Yo necesito seguir caminando, seguir mirando y descubriendo, seguir aprendiendo y viviendo, entonces podré decir lo que verdaderamente persigo y si eres tú quizás vuelva, sin embargo, no prometo nada, pues la casualidad me trajo hasta aquí y ahora no sé hasta dónde me lleve.

- ¿Quién es esa tal “Maga”? ¿Por qué tuviste que engañarme? Yo sólo te pedía fidelidad, tú fuiste el que juró que me amaba, que sólo a mi me amabas y ¿qué me demuestras con esto? ¿Acaso no soy lo suficientemente importante para ser tu destino y no nada más un momento en tu camino?

- Pensaba que mi Maga eras tú, pero ya me es imposible pensar que alguna vez me fue posible amarte.

- Después de mucho caminar... promete que regresarás

- Lo haré, en otro cuerpo y con otro nombre, no hace falta que yo esté aquí, yo sólo fui un medio para que conocieras el amor, así como tu fuiste mi medio, hoy ya no me llevas a ese lugar que antes me llevabas.

Otra mujer lo estaba odiando, otra mujer igual a todas las mujeres de su pasado, otra mujer igual a todas las mujeres de su pasado, no era un cliché, ni una tradición, era la voluntad de perseguir a algo o alguien que siempre estaba más allá, cuando algo se cruzaba enre esto que perseguía y él, lo que se cruzaba adquiría el valor de lo que perseguía, excepto que este obstáculo era algo alcanzable y una vez que lo tenía no tenía caso seguirlo teniendo.

- Por favor no te vayas

- Y ¿Qué haría aquí?

- Amarme

- Jamás podré volver a amarte porque te estoy amando en otra persona.

11.1.11

Mi camino

Apenas está comenzando el camino y la mayoría es para arriba, muy difícil de caminar.

Recuerdo, que cuando era pequeño veía el camino por completo, si me esforzaba podía ver donde termina, al final aún veo una luz, pero de lo de más poco a poco me fui olvidando de cómo verlo, ahora no puedo ver del camino más que dónde daré mi siguiente paso.

Éste no es un camino solitario, en él me he encontrado con un sinfín de personas, algunos con más frecuencia que otros, algunos sólo entraron y salieron, pero muchos llenaron de luz mi vida para ayudarme a ver más lejos.

Esta gente tiene una extraña cualidad, pueden brillar solamente un tiempo, durante ese tiempo su camino y el mío se unen, pero después se separan y su luz se apaga para mi, dejándome con tristeza, memorias y una pluma que siempre conservo, estas plumas son tantas que la bolsa en que las guardo está llena y es necesario otra bolsa.

Son plumas de ángel.

La luz que veo al final del camino a pesar de la neblina es una estrella, debe de serlo porque se ve demasiado alto, a veces me quedo mirándola y si lo hago por el tiempo suficiente yo también irradio luz y el mundo, desde mi perspectiva, se llena de paz.
Sigo caminando, cada vez más inclinado, siento ganas de rendirme y dejar de caminar, de jamás volverlo a intentar, pero un brazo de alguna persona de luz me ayuda a impulsarme y si en verdad es muy difícil pasar por este lado me siento junto a esta persona y contemplo mi estrella hasta dormir.

En mis sueños aparecen todos los que me han dejado plumas en el camino, todos brillan, nada que haya visto antes brilla como ellos, ellos son mi estrella y en mis sueños los veo para despertar lleno de luz y fuerza para seguir caminando, con mi luz ilumino hasta otros caminos de otras personas que se acercan a mi, pero me detengo después de caminar un momento, hay un precipicio, no hay más camino, sin embargo estoy muy lejos aún de la estrella, aquellos a los que iluminé se alejan, ellos también dejan una pluma.

Saco las plumas de mi mochila y las uso de cama, a la orilla del precipicio pero viendo a la estrella.

Duermo.

Sueño que las plumas se vuelven parte de mi, son mis alas, cada pluma tiene un nombre inscrito en ella, cada pluma es una persona, las alas, por ende, brillan, puedo ver hacia atrás, todo lo que he caminado, lo que me ha llevado al lugar donde estoy.

Volteo a mi estrella y las alas se mueven, comienzo a volar, hacia la luz que siempre he seguido.

Despierto y ya no hay precipicio, el camino se sigue formando, pero si tengo alas, sin embargo decido no volar, sería un insulto al camino volar, pero sería un insulto a todas estas personas arrancarme las alas.

Una pluma se cae, la levanto del suelo, la miro y me siento a analizarla, del fondo de mi mochila tomo un tintero, las plumas no sirven solamente para volar.

4.1.11

Teoría de las vidas complementarias

La tierra es pasión y el cielo razón y sólo interactúan por medio del Sol, que durante el día deja caer su calor permitiendo que surja la vida en todo lo que necesita de su calor para vivir, pero también da luz para que todos cumplan sus rutinas y trabajos para que el mundo siga en movimiento.

Sin embargo, durante la noche el Sol se mete bajo la tierra y no da luz pero su calor llega más facilmente a los humanos para que origine nueva vida, este calor viene del interior del humano ya que se crea en el interior de la tierra, dejando al cielo como espectador de tal espectáculo de amor con sus ojos que llamamos estrellas.

Los humanos durante el día vivimos y en las noches dormimos para ver otra vida que pasa en nuestros sueños, por ende, la persona que vive la vida que soñamos sueña con nuestra vida.

La vida de nuestros sueños será pasión por que el calor que la genera viene de la tierra, así como la que llamamos vida real será razón por ser de un calor más lejano, pero será a la inversa para quien vive en los sueños.

Las vidas son complementarias y por lo tanto se buscan entre si, anhelándose mientras duermen. En caso de encontrar a la persona de nuestros sueños en lo que llamamos realidad, el mundo se detiene por breves 5 segundos, en este tiempo se organiza, todo vuelve a estar bien para, posteriormente, tener solamente un instante de paz, una vez descompuesta esta paz las vidas deberán volver a separarse para continuar anhelándose todas las noches.

En caso de no separarse estas vidas deberán enfrentarse al caos sin ninguna esperanza de paz con el único anhelo de que estando juntas las vidas podrán encontrar el equilibrio entre el cielo y la tierra, para lo que es necesario aprender a volar.

2.1.11

El juicio

Sonríe, camina tres pasos, uno adelante, uno da la vuelta y el último regresa al mismo lugar donde había empezado, hace lo mismo en sentido contrario, enfrente de él hay una silla, a su alrededor las paredes grises de un cuarto, 3x3, sobre él una gran lámpara iluminando la silla, se sienta en la silla, frente a él ahora se mueve una sombra, imitando la manera en que él caminaba antes de sentarse, la sombra comienza el interrogatorio.

- Explica como llegaste a hacer lo que hiciste
- Yo no hice nada
- Explica como llegaste a hacer lo que se te acusa de haber hecho
- ¿De qué se me acusa?
- Asesinato
- Yo no recuerdo haber matado a alguna persona
- No lo mataste, está muriendo
- ¿Quién es?
- Tú deberías saberlo, tú lo llevaste a donde está ahora
- ¿Quién es?
- Aquí yo hago las preguntas ¿Qué hacías el martes pasado?

Sudor corre por su frente, sigue a la sombra pero no lo distingue, está sentado sin estar atado a la silla pero no puede levantarse, está muy cansado para recordar…

- Depende la hora que importe para la respuesta que buscas
- Apenas había oscurecido
- Entonces caminaba, serían como las siete de la tarde, caminaba del centro a mi casa
- ¿Dónde vives?
- Un fraccionamiento cerrado, cerca de la autopista al sur de la ciudad, a unos 35 minutos del centro en auto
- ¿Por qué caminabas entonces?
- Había perdido todo mi dinero el lunes, apostando, tuve que vender mi auto, se acercaba el fin de mes y necesitaba recuperar un poco de lo que había perdido

Aún no recordaba que había pasado el martes después de llegar a su casa, pero vivía sólo, no podía haber nadie a quien hubiera matado ese día, mucho menos los días posteriores, aunque de ellos no recordaba nada.

- ¿Cuánto tiempo tardaste en llegar a tu casa?
- Dos horas y media
- Y cuando llegaste ¿qué hiciste?
- No recuerdo

La sombra le arroja unas fotografías donde reconoce el piso de su casa manchado en sangre, un cuerpo bocabajo, en otra encuentra un cuchillo que siempre usaba en la cocina tirado en el piso y una tercera que en primer plano tenía el cuerpo, después el cuchillo y al final una puerta abierta, todo en una misma fotografía de izquierda a derecha y con mucha sangre de por medio.

- ¿Ahora recuerdas?
- Aún no
- Estás seguro
- No, además no quiero recordar

Más fotografías, una con la puerta de su casa atravesada con un cuchillo que mantenía una nota a la altura de la cabeza humana, en la nota sólo estaba el símbolo de los dólares, la puerta estaba entreabierta.

- ¿Por qué no quieres recordar?
- Sé quién es ese hombre
- ¿Al qué asesinaste?
- No está muerto

Una última fotografía donde los médicos llevan el cuerpo en una camilla, la cara se distingue borrosa, la ambulancia bien iluminada y los médicos se observan claramente.

La sombra espera a que él termine de analizar las fotografías y se acerca a la luz, él puede ver claramente la cara de la sombra y del impacto se cae de la silla, en la sombra se reconoce como si viera un espejo, durante la caída se da cuenta de lo que había olvidado, en su brazo está una aguja alimentándolo de suero, la silla es una cama y la luz que lo ilumina es demasiado blanca, una vez en el piso abre los ojos, nota a enfermeras y doctores a su alrededor, siente en su cuello con su mano derecha, tiene puntos, mientras baja la mano se da cuenta de que tiene una pequeña cicatriz en la intersección que se forma en el lado inverso del codo, recuerda las fotografías, el cuerpo estaba vestido con la camisa que él acostumbraba llevar al trabajo, había decidido cometer asesinato, o correctamente dicho suicidio.