La Mala Educación
Gael García entra a la oficina de un guionista y director presentándose como actor, a pesar de que le niegan la entrada él insiste, una vez que está sentado frente al director se presenta como Ignacio, su amigo del colegio, le deja uno de sus escritos, sale de la oficina y el director le confiesa a su productor: “él fue mi primer amor”.
El amor homosexual, es el tema más sonado desde principios de este año, todo provocado por el conflicto entre la legalización o no legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, que ha generado opiniones muy diferentes entre varios sectores de la población.
¿Quiénes están en contra? La Iglesia, los políticos de derecha y muchas organizaciones civiles fundamentalistas, argumentando que las relaciones sexuales entre parejas “gay” son pecaminosas y antinaturales.
¿Quiénes están a favor? Legisladores que ya aprobaron esto en el Distrito Federal, homosexuales y grupos de ciudadanos de pensamiento libre.
¿De quién se puede uno enamorar?
Una vez conocí a un bisexual, él no se enamora del sexo, el se enamora de la persona, pensándolo bien eso suena a un amor más puro, aunque sea anticonstitucional.
La neta es que actualmente el amor es un contrato, crearon tanto conflicto por permitir que puedan legalizar su amor, que lo firmen ante un juez prudente, pero ¿Quién es lo suficientemente prudente para juzgar el amor?
El amor actual y de Hollywood es un intercambio comercial, donde se ofrecen un buen puesto, un buen cuerpo, buena familia a cambio de lo mismo, el último rubro del capitalismo y el más triste lugar donde han podido llegar sus manos, pues se comercializa con los sentimientos de las personas.
Extrañamente los que más se oponen son los sacerdotes, en la obra de Almodóvar, como el Padre Maciel, el primer homosexual es un sacerdote católico que defiende la moral y se dedica a educar a mentes jóvenes en un colegio en España, tan parecido a los Legionarios de Cristo.
El amor no requiere ninguna aprobación aparte de las personas que se aman, sean del sexo que sean, simplemente por entregarse completamente a una persona en la que confiemos, y aunque parece tan difícil, creo que el amor aún puede vencer a la ley y modificar la moral vigente.
Gael García entra a la oficina de un guionista y director presentándose como actor, a pesar de que le niegan la entrada él insiste, una vez que está sentado frente al director se presenta como Ignacio, su amigo del colegio, le deja uno de sus escritos, sale de la oficina y el director le confiesa a su productor: “él fue mi primer amor”.
El amor homosexual, es el tema más sonado desde principios de este año, todo provocado por el conflicto entre la legalización o no legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, que ha generado opiniones muy diferentes entre varios sectores de la población.
¿Quiénes están en contra? La Iglesia, los políticos de derecha y muchas organizaciones civiles fundamentalistas, argumentando que las relaciones sexuales entre parejas “gay” son pecaminosas y antinaturales.
¿Quiénes están a favor? Legisladores que ya aprobaron esto en el Distrito Federal, homosexuales y grupos de ciudadanos de pensamiento libre.
¿De quién se puede uno enamorar?
Una vez conocí a un bisexual, él no se enamora del sexo, el se enamora de la persona, pensándolo bien eso suena a un amor más puro, aunque sea anticonstitucional.
La neta es que actualmente el amor es un contrato, crearon tanto conflicto por permitir que puedan legalizar su amor, que lo firmen ante un juez prudente, pero ¿Quién es lo suficientemente prudente para juzgar el amor?
El amor actual y de Hollywood es un intercambio comercial, donde se ofrecen un buen puesto, un buen cuerpo, buena familia a cambio de lo mismo, el último rubro del capitalismo y el más triste lugar donde han podido llegar sus manos, pues se comercializa con los sentimientos de las personas.
Extrañamente los que más se oponen son los sacerdotes, en la obra de Almodóvar, como el Padre Maciel, el primer homosexual es un sacerdote católico que defiende la moral y se dedica a educar a mentes jóvenes en un colegio en España, tan parecido a los Legionarios de Cristo.
El amor no requiere ninguna aprobación aparte de las personas que se aman, sean del sexo que sean, simplemente por entregarse completamente a una persona en la que confiemos, y aunque parece tan difícil, creo que el amor aún puede vencer a la ley y modificar la moral vigente.