Mi mente se pierde en alguna canción, en alguna película, en algún sueño provocado por mi propia locura, por la hora de dormir que nunca llega o por simplemente un sueño que abuso de mi imaginación, mi mente se pierde en si misma y sus extrañas reflexiones, de un universo tan egocentrista como solo puede crearlo mi mente, mi mente es como alguna extraña maquina de guerra, siempre con una función perversa pero que cumple su cometido para el público que la presencia.
Cuando empieza esta maquina a trabajar solo queda convertir estas extrañas imágenes en palabras, en palabras que reflejen un poco de lo que soy y mucho de lo que siento, siempre manteniendo esa sutil mentira que parece verdad e inspira.
Mientras mi mente trabaja no puedo hacer nada más que mirar el monitor o mi pluma crear las palabras, oraciones y párrafos que contaran la próxima historia fantástica de cómo del fuego puede nacer esperanza o como de la guerra puede nacer el amor, pero en que tiempos estamos viviendo si hemos olvidado el amor y la guerra cada vez parece más la rutina diaria.
Cuando acaba este complicado proceso mi mente cansada me dice que vaya a dormir, no sin antes publicar lo escrito si es digno de publicarse, a la mañana siguiente no recuerdo mucho de lo que escribí, por lo que necesito releerlo dos veces para comprender mi locura y lo que quise expresar, soy espontaneo, nunca pienso lo que digo y siempre digo lo que pienso, por eso lo que escribo es simplemente un reflejo de mi ser.
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