Quizás deba comenzar esto preguntándome “¿quién soy?” aunque ya antes lo he intentado y hasta la fecha no logro responderlo, quizás simplemente deba inventar algún título agradable, responder de la manera más sencilla la pregunta y evitarme desvelos y develaciones que suceden comúnmente en las introspecciones necesarias para descubrirme.
Yo creo que las cosas son y están siendo, porque para ser lo que serán no pueden olvidar lo que han sido antes de serlo.
Y si nos referimos a las personas es aún más difícil comprenderlo y comprendernos, porque no somos si es que no estamos al lado de alguien con quien ser, porque no estamos hechos para estar aislados y si somos sin alguien con quien serlo nadie podrá saber lo que somos y lo que hayamos sido habrá sido para el vacío y nadie podrá dar cuenta de ello.
Y después de estos dos párrafos me queda más que claro que ni yo me entiendo, que lo que soy no está claro en mi hasta que esté siendo algo más y lo que haya sido sea simplemente un recuerdo y lo anterior a eso un recuerdo de un recuerdo, con mi propia sazón e imaginación.
O bien todos podríamos ser nuestro propio sueño y cómo se está realizando en lo que creemos real, pues un sueño – según los freudianos – es lo que nuestro inconsciente nos esconde, pero que nosotros quisiéramos mostrar y así somos en la realidad, y solamente en algunos momentos de catarsis mostramos lo que realmente somos y el consciente desaparece por un instante para dar paso a lo que en verdad soy y no lo que estaba siendo para encajar en alguna moral.
Y si en realidad no somos, sino que nos adaptamos a lo que lo demás es y cómo en el metro simplemente nos dejamos llevar por la masa de la humanidad bajando y por cuestiones del destino llegamos a nuestra terminal y seguimos nuestras vidas creyendo que estamos siendo voluntariamente pero en realidad simplemente estamos haciendo.
Y si en realidad solamente existe el presente y continuamente nos estamos reinventando y reconstruyendo para dejar de ser lo que éramos y ser lo que seremos en ese instante para después ser algo completamente diferente. Entonces la verdadera pregunta sería ¿qué quiero ser? Y si pudiéramos responder a esta pregunta y llegásemos a ser lo que queremos ¿qué seríamos después?
Y lo más importante entonces sería cómo vamos a irnos, qué nos espera al final, lo que nos dirá “esto fuiste” y si somos recordados y si lo que fuimos inspira a los nuevos a ser, nosotros somos lo que seremos para las demás generaciones y la humanidad entera, quizás sea utópico, pero algo tenemos que hacer.
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