“Si estoy aquí es porque lo he decidido desde un principio” decía ella cuando él le había dicho que no podía amarla más, “pero tú ¿qué has hecho?” continuaba su discurso con frases entrecortadas por sollozos y llanto al sentir que la vida se le iba entre los dedos “tú ¿cómo puedes decir que no me amas?”.
Mientras el analizaba la situación se enfrentaba a la moral persistente, a las enseñanzas de su pasado, a las reglas hollywoodenses de las relaciones, a la teoría romántica del amor, a Erich Fromm, a Sartre y un sinfín de historias y sabidurías, algunas tan antiguas que le parecía muy insensato negarlas.
Después de verla llorar unos cinco minutos y escuchar montones de réplicas simplemente contesto:
“Ella es todas las mujeres de mi vida, ella vive constantemente en mi recuerdo y reaparece en una nueva forma con una nueva mirada y un acento diferente pero permanece su esencia, permanece ella en ella y simplemente el recuerdo me obliga a quererla.
Sin embargo después de un momento el recuerdo no es lo único que permanece, se forman nuevas historias, nuevos momentos y vuelvo a caer como siempre he caído ante una mirada, una sonrisa, algún abrazo, una palabra o cualquier gesto que denote cierto interés.
Ella simplemente está, y mientras la luz del sol o artificial llena mi pupila de su rostro me pierdo en el instante en que la conocí y tomó tantas formas que aparecen a diario en mi vida, a diario me enamoro de la misma persona, a pesar de materializarse en tantas diferentes.
Ella eres tú y mi pasado.”
“No te entiendo, ayer me jurabas estar infinitamente enamorado de mi” una réplica más que salía de los labios que él antes tanto deseaba.
“El infinitamente simplemente abarcaba a la infinita cantidad de veces que me he enamorado de ti en todas las maneras que tienes para hacerme feliz, inclusive cuando no estás en este mismo cuerpo y con esta misma historia.”
“No sé porqué me enamoré de ti, cínico, frío, tortuoso, siempre fue tortuoso estar a tu lado, con tus altibajos, tu constante idealización de las cosas y tu vida entregada a todo excepto a decirme que me amas”
“El amor no es propiedad privada”
Y con esta frase ella salió del departamento para perderse en el mar de gente que circula a diario por las calles, donde algún día la volvió a encontrar en la sonrisa de otra persona, en los ojos de otra mujer, en los besos de otros labios, siempre en el momento menos oportuno y dispuesta a recordarle lo que era estar enamorado.
Mientras el analizaba la situación se enfrentaba a la moral persistente, a las enseñanzas de su pasado, a las reglas hollywoodenses de las relaciones, a la teoría romántica del amor, a Erich Fromm, a Sartre y un sinfín de historias y sabidurías, algunas tan antiguas que le parecía muy insensato negarlas.
Después de verla llorar unos cinco minutos y escuchar montones de réplicas simplemente contesto:
“Ella es todas las mujeres de mi vida, ella vive constantemente en mi recuerdo y reaparece en una nueva forma con una nueva mirada y un acento diferente pero permanece su esencia, permanece ella en ella y simplemente el recuerdo me obliga a quererla.
Sin embargo después de un momento el recuerdo no es lo único que permanece, se forman nuevas historias, nuevos momentos y vuelvo a caer como siempre he caído ante una mirada, una sonrisa, algún abrazo, una palabra o cualquier gesto que denote cierto interés.
Ella simplemente está, y mientras la luz del sol o artificial llena mi pupila de su rostro me pierdo en el instante en que la conocí y tomó tantas formas que aparecen a diario en mi vida, a diario me enamoro de la misma persona, a pesar de materializarse en tantas diferentes.
Ella eres tú y mi pasado.”
“No te entiendo, ayer me jurabas estar infinitamente enamorado de mi” una réplica más que salía de los labios que él antes tanto deseaba.
“El infinitamente simplemente abarcaba a la infinita cantidad de veces que me he enamorado de ti en todas las maneras que tienes para hacerme feliz, inclusive cuando no estás en este mismo cuerpo y con esta misma historia.”
“No sé porqué me enamoré de ti, cínico, frío, tortuoso, siempre fue tortuoso estar a tu lado, con tus altibajos, tu constante idealización de las cosas y tu vida entregada a todo excepto a decirme que me amas”
“El amor no es propiedad privada”
Y con esta frase ella salió del departamento para perderse en el mar de gente que circula a diario por las calles, donde algún día la volvió a encontrar en la sonrisa de otra persona, en los ojos de otra mujer, en los besos de otros labios, siempre en el momento menos oportuno y dispuesta a recordarle lo que era estar enamorado.
1 comentario:
¡Que tal! Me gusta mucho tu blog ya tengo tiempo de visitarlo (aunque casi no comento), artículos muy útiles y de gran calidad, me preguntaba si te gustaría realizar un intercambio de enlaces con mi sitio Web que es el siguiente http://inspiracion.in/ ¿Qué te parece?
Saludos.
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