Identidad en Facebook, ¿qué es esto que nos hace sentir representados? un perfil en el que nuestros 400 amigos comentan acerca de nuestras vidas y se vuelven en continuos observadores de estas; un lugar donde podemos poner nuestros gustos, limitarnos, decir "esto soy" sin estar seguros si eso seremos siempre, nuestro perfil lentamente se vuelve en nuestra identidad, perdiendo todo lo que alguna vez fuimos reduciéndolo a un consumismo en el que decimos que nos gusta escuchar, ver, leer, pero nunca sabemos que es lo que en verdad nos gusta ser.
Facebook, sin duda, llegó a revolucionar las maneras en que la gente se relaciona, no recuerdo la última vez que alguien me invitó a alguna fiesta en persona, poco a poco nos vamos volviendo islas, simplemente unidas por los “puentes” que forma Facebook para justificar la manera en que nos separo del mundo antes.
Facebook ha cambiado lo que definimos como "vida social", nuestras relaciones se basan en un patético “Feliz cumpleaños” que antes nadie mencionaba porque Facebook no lo recordaba desde 3 días antes, encontrándonos con gente de todo el mundo pero tan fuera de él y que lo único que representa realidad ahora es el "home" que solo nos sirve para saber cosas superfluas e inútiles (en la mayoría de los casos) de la gente que muy apenas conocemos.
En realidad Mark Zuckerberg no nos puede decir cómo crear nuestras relaciones. Con un patético "¿Quieres ser mi amigo?" (que suena a la manera de conocer gente en Preescolar) no podemos decir que es "nuestro amigo", en realidad ¿qué significado le damos a Facebook? No considero necesario diosificarlo y ponerlo como nuestra página principal para poder enterarnos de lo que pasa en el mundo, un mundo tan pequeño que se limita a nuestro breve círculo social, existen tantas cosas y personas alrededor nuestro, tantas situaciones mucho más importantes que si esta persona inició una relación con aquella persona, pero es mejor no ver todos los problemas que nos afectan a todos que tomar cartas en el asunto y arriesgarnos.
Facebook es algo necesario, mas no debe ser esclavizante, perdemos la poca libertad que tenemos al estar todo el día esperando el nuevo chisme de una persona cuyas acciones quizás nunca cambiaran significativamente nuestra vida, nuestros verdaderos amigos no son esos 500 – 1000 que muchos llegan a tener por el simple hecho de darle “aceptar” a todo aquel que los agrega, este medio lentamente destruye los canales de comunicación de por sí difíciles de comprender por las grandes diferencias que hay entre dos personas complicándolos más con la participación cada vez más impersonal, los invito a que salgan a la calle y vean que el mundo no es blanco con un título azul.
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